Joaquim Pradell Ventura

Barcelona, 1921 — Barcelona, 2011


Joaquim Pradell i Ventura (1921-2011) fue uno de los referentes de la conservación-restauración en nuestro país. Entró en el taller de restauración del Museo de Arte de Cataluña de muy joven, en 1935, cuando sólo tenía 14 años. Estudió Artes y Oficios en la Escuela de Artes y Oficios de La Llotja de Barcelona. Se especializó en la restauración de pintura sobre madera, pero también participó en muchas intervenciones de pintura mural. En 1957 pasó a ser el Jefe del servicio de restauración de los Museos Municipales de Barcelona, cargo del cual se jubilaría en 1986. Durante aquellos años, se graduó en Policromía y Retablo en la Escuela de Artes Aplicadas de Barcelona y también se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona.

Su labor fue reconocida en 1987 con la Medalla de plata del mérito artístico otorgada por el Ayuntamiento de Barcelona y, en 1994, con el nombramiento de Académico honorífico por la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi.

 

Como miembro del colectivo de los restauradores que pedía un reconocimiento de la profesión, su implicación fue en primer lugar dentro de la Asociación de los Trabajadores de los Museos, que dio origen al Grup Tècnic de Conservación-Restauración, donde formó parte activa de la Junta Directiva, y ocupó la Presidencia en 1979.

También ejerció la docencia, como recuerda Rosa Gasol “como instructor de lujo en las prácticas de reintegración pictórica, compaginando sus estudios en la Facultad de BBAA a principios de los años 80, y también participando en cursos y seminarios”. Ella misma nos resume la importante labor de Pradell en la restauración de pintura mural: “Participó en los arranques, el traslado y la conservación de numerosas pinturas murales (Sant Joan de Boí, St. Vicenç de Rus, Sta. Maria de Sixena o las pinturas del Palau Aguilar de la calle Montcada de Barcelona), durante las décadas de 1960-80. Con el Grup Tècnic, algunos de nosotros tuvimos la gran suerte de poder visitar con ellos (Joaquim Pradell y Mª Antonia Heredero) la Capilla Sixtina durante su restauración (1986) y de disfrutar de su profundo conocimiento y de su maestría, sin embargo, sobre todo, de su faceta más cercana y más humana”.

Para recordar su maestría, recomendamos la lectura de un artículo escrito por el propio Pradell y publicado en el Boletín del Museo Nacional de Arte de Cataluña en 2008. A continuación transcribimos la presentación con la que el MNAC introdujo este artículo:

 

El Museo Nacional de Arte de Cataluña y el mundo de la conservación-restauración de nuestro país tienen una deuda pendiente de gratitud con Joaquim Pradell Ventura. En 1935, siendo director Joaquim Folch i Torres, entró en el Museo cuando sólo tenía 14 años, como meritorio a prueba y sin cobrar. Fue discípulo de Manuel Grau i Mas, el líder de la restauración contemporánea en Cataluña, que dirigió el servicio de restauración del Museo a partir del año 1932, después de que la Junta de Museos le enviara a formarse como restaurador en la Pinacoteca de Brera, en Milán. Joaquim Pradell ha dedicado medio siglo al Museo, donde se convirtió en uno de los profesionales más respetados de su ámbito y se jubiló como jefe del Servicio de Restauración. Han pasado por sus manos algunas de las obras de pintura más relevantes del patrimonio catalán: en algunas ha intervenido directamente y en otras ha hecho de espectador privilegiado.
Su sentido de la responsabilidad y su preocupación por el trabajo son bien conocidos por todos aquellos que han colaborado con él, quienes nos han dado testimonio.
Y es verdad, Joaquim Pradell nunca frivoliza cuando habla de procesos de conservación-restauración y menos cuando está delante de la obra, cuando examina en detalle las alteraciones y valora las actuaciones de restauración que se pueden apreciar o cuando se entusiasma describiendo las peculiaridades de la técnica de un artista. La generosidad a la hora de transmitir sus conocimientos y descubrimientos ha constituido un estímulo y un regalo para los restauradores, historiadores del arte y científicos que han tenido la suerte de tratarlo. En 1995, el jefe del Servicio de Restauración de Bienes Muebles de la Generalidad de Cataluña, Josep Maria Xarrié, pidió a Pradell que colaborara en la restauración de una de las obras maestras de Jaume Huguet, el Retablo de ‘Epifanía o del Condestable, que ya había sido tratado en varias ocasiones en el Museu d’Art de Cataluña. Con el artículo que ahora publicamos sobre su actuación en una mesa lateral de este retablo, Joaquim Pradell, que siempre ha exhibido una capacidad de observación, una memoria y un oficio prodigiosos, ha querido dejar constancia de una restauración de madurez donde la experiencia y la curiosidad han sido determinantes.

 

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