La inauguración de la exposición “Murals divins” en la sala capitular del Monasterio de Pedralbes, coincide con la reapertura de la capilla de Sant Miquel, recientemente restaurada, donde se encuentra una joya pictórica del siglo XIV encargada en el taller de Ferrer Bassa que representa los gozos de la Virgen y la pasión de Cristo.
“Murals divins” proporciona claves para mirar las pinturas que decoran el espacio con nuevos ojos, mediante los datos recogidos en el proceso de restauración y conservación. La muestra nos acerca al significado artístico y devocional de la capilla, acercándonos a la imagen original, y nos permite conocer algunos detalles del tratamiento de conservación-restauración.
A partir del día 22 de junio, el visitante que se acerque al monasterio podrá disfrutar de esta joya pictórica del siglo XIV encargada al taller de Ferrer Bassa y disfrutarla como nunca hasta ahora. Las novedades más evidentes que podrán contemplarse son la recuperación de pintura original que estaba escondida bajo repintes antiguos, y el cambio general que han experimentado los murales tras la limpieza y eliminación de diversos productos nocivos aplicados antiguamente sobre su superficie. En cuanto al sistema de presentación de los murales, las pinturas hablarán por sí mismas y podrá disfrutarse de este espacio lleno de color, luz y emoción con la mínima presencia de elementos museográficos. De esta forma, y con la ayuda de la iluminación, el visitante podrá hacerse una idea del impacto que debió causar en el siglo XIV entrar en esta estancia.